cargando...

Observatorio Amazonia: Deforestación en el bioma amazónico colombiano

Observatorio Amazonia
Observatorio Amazonia

Agroindustria en el bioma amazónico occidental

La actividad agropecuaria es responsable del 84% de la deforestación de la Amazonía. En el año 2000, el total del área agropecuaria en la región era de 794.429 km²; veinte años después, esta área aumentó un 81,5% con 647.411 km² nuevos transformados. En 2021, el 83% de la Amazonía estaba cubierta por vegetación natural, dentro de los cuales el 74% correspondía a bosques y el 15% estaba destinado a uso antrópico. Entre 1985 y 2021 la pérdida de vegetación natural en todo el bioma amazónico fue de 75 millones de hectáreas, lo que equivale a una expansión del 152% en 37 años.

Observatorio Amazonia

Brasil fue el principal exportador de soja y llegó a exportar más de 42 billones de dólares en 2018. En 2022, en Bolivia la producción de soja llegó a más de 3´500.000 toneladas con un área de cerca de 1´500.000 hectáreas destinadas a este cultivo.

Desarrollo

Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, la frontera agrícola se define como “el límite del suelo rural que separa las áreas donde las actividades agropecuarias están permitidas, de las áreas protegidas, las de especial importancia ecológica, y las demás áreas en las que las actividades agropecuarias están excluidas por mandato de la ley o el reglamento”. Cuando estas áreas protegidas y de importancia ecológica se transforman en áreas de uso agropecuario se hace a través de la deforestación de ecosistemas forestales y el reemplazo de ecosistemas naturales no forestales. Algunos ejemplos de estas actividades en la Amazonía son los cultivos de palma de aceite, soja, cacao, maíz, banano, los pastos para ganado, los cultivos de árboles forestales, así como también la ganadería.

La actividad agropecuaria es responsable del 84% de la deforestación de la Amazonía. En el año 2000, el total del área agropecuaria en la región era de 794.429 km²; veinte años después, esta área aumentó un 81,5% con 647.411 km² nuevos transformados. Cada país tiene sus propias dinámicas históricas con diferentes cultivos y actividades que predominan según los ecosistemas, aunque al ser parte de un mismo bioma, los países de la Amazonía occidental comparten semejanzas.

En Colombia y Perú hay presencia de cultivos a pequeña escala y ganadería. En el caso colombiano, existen más de 43 millones de hectáreas de frontera agrícola equivalente a cerca del 38% de territorio continental. Esta frontera está integrada por cultivos como chontaduro, plátano, aguacate, palma aceitera y caucho, entre otros, y también por ganadería. En el caso peruano hay cultivos como el maíz, la papaya, el arroz y los pastos, pero también el aumento en cultivos como la palma aceitera, el cacao y el maíz amarillo duro. El cacao ha tenido un promedio de crecimiento anual del 10% en los últimos años y a esto se suma un crecimiento del 15,3% del cultivo de palma en 2023.

En el caso de Venezuela, entre 2017 y 2020, se ha identificado aumento en los focos de deforestación a causa de la expansión agrícola de cultivos de pequeña escala, vinculada a actividad ganadera y minera. Se estima que la pérdida de bosque en los 3 años señalados es de más de 400 hectáreas. Además, entre el 2000 y el 2020, la superficie de bosque en una zona conocida como el Arco Minero del Orinoco se redujo en 520.900 hectáreas. En Ecuador funcionan otros cultivos como la palma aceitera, el cacao y recientes cultivos forestales como la balsa. Este país es el sexto mayor productor de palma aceitera del mundo. En 2022 se registraron 257.120 hectáreas sembradas y en 2019 se exportaron 127 millones de dólares en este cultivo, lo que lo posicionó como el segundo exportador de Sudamérica después de Colombia.

La soja y la ganadería vienen en expansión en economías como la de Brasil y Bolivia. En 2022 Brasil fue el principal exportador de carne de res del mundo con cerca de 24 millones de dólares en exportaciones, seguido por Estados Unidos y Países Bajos. Además, fue el principal exportador de soja y llegó a exportar más de 42 billones de dólares en 2018. En el caso de Bolivia, en 2022, la producción de soja llegó a más de 3´500.000 toneladas con un área de cerca de 1´500.000 hectáreas destinadas a este cultivo. Frente a la cría de ganado en Bolivia, en 2023 se estimaba el aumento de 70 mil cabezas de ganado lechero. El principal destino de exportación de carne y sus derivados es China con 118 mil millones exportados en 2023.

Frontera agropecuaria en la Amazonía occidental

Convenciones

  • Bioma amázónico

  • Área Natural Protegida Nacional

  • Área Natural Protegida Regional

Tipología de producción
  • Cultivos agrícolas

  • Palma de aceite

  • Cultivos de soya

  • Ganadería

Filtrar:

Ocultar todos

  • Bioma Brasil

  • Bioma Bolivia

  • Bioma Colombia

  • Bioma Ecuador

  • Bioma Perú

  • Bioma Guyana

  • Bioma Guayana Francesa

  • Bioma Surinam

  • Bioma Venezuela

Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia Observatorio Amazonia

La expansión de la agricultura y la frontera agropecuaria es posible verla a nivel geográfico por medio de los cambios en la cobertura vegetal y en el uso del suelo a través de los años. En 2021, el 83% de la Amazonía estaba cubierta por vegetación natural, dentro de los cuales el 74% correspondía a bosques y el 15% estaba destinado a uso antrópico (modificado por actividad humana). Entre 1985 y 2021 la pérdida de vegetación natural en todo el bioma amazónico fue de 75 millones de hectáreas, lo que equivale a una expansión del 152% en 37 años. De esta vegetación natural, el 96% corresponde a pérdida de bosques naturales y el 4% a pérdida de formaciones naturales no forestales, correspondiente a la pérdida de 3 millones de hectáreas en 37 años.

Desde 1985, contrario a la pérdida de vegetación natural, las áreas de uso antrópico crecieron en 75 millones de hectáreas. El 99% de este crecimiento correspondió a la expansión de uso agropecuario y silvicultura y el 1% a otros usos como la minería, que en este tiempo creció un 1000%, y la infraestructura, que tuvo un crecimiento de 152% en menos de dos décadas. Solo entre 2020 y 2021 el uso agropecuario creció 3,5 millones de hectáreas.

Cultivos de soja

La soja es uno de los cultivos agroindustriales a gran escala que se ha relacionado con la deforestación en varios países de la Amazonía. Junto a otros cultivos como el maíz, el arroz, el sorgo, el trigo y el algodón, que son cultivos anuales, son los sistemas de producción más importantes de la panamazonía en términos de PIB. A pesar de que la agroindustria de la soja es una economía más arriesgada que la ganadería, porque requiere altas inversiones de dinero para sembrar y cosechar, y además depende del clima y la fluctuación del mercado, en un buen año, las ganancias pueden duplicar la inversión.

A comienzos de la década del 2000 la soya estaba tan expandida en la Amazonía que organizaciones ambientales como Greenpeace presionaron a multinacionales como Cargill y al gobierno brasilero para que se tomaran acciones. Esto llevó a la firma de la Moratoria de la Soja en 2006 que implicó el compromiso por parte del sector industrial, de no comprar de soja proveniente de tierras deforestadas durante 10 años. La moratoria se fue renovando cada año hasta que en el 2016 se firmó una renovación indefinida hasta que fuera necesario.

Aparentemente la moratoria fue exitosa y llegó a reducir casi por completo la deforestación en la zona con más soja de Brasil, llamada Mato Grosso. Antes de la firma, un 30% de la expansión de la soya en la Amazonía se relacionaba con deforestación y luego de 2006 pasó a un 1% de deforestación. De todas formas, hay estudios y voces críticas que señalan que la moratoria no fue la única causa de la reducción de la deforestación pero además que, luego de casi 20 años de la firma, la soja sigue en aumento y su relación con la deforestación se ha matizado aunque no desaparecido.

Dentro de los impactos ambientales de la soja, vinculados a la deforestación, se encuentran el incremento de los incendios ilegales, la erosión del suelo y la contaminación del agua. Esto también se vincula con riesgos e impactos en las comunidades rurales relacionados con violencia, hostigamientos, desplazamientos forzados y despojo y acaparamiento de tierras. Además, es una industria que resulta muy riesgosa para pequeños agricultores por los costos que implica y al ser un monocultivo a gran escala, pone en riesgo la seguridad alimentaria de sus cultivadores.

Al indagar en las cifras de soja en la Amazonía, los dos países que resaltan son Brasil y Bolivia. Actualmente existen 21 municipios amazónicos de ese país con aumento de este monocultivo. En 2014 el 30% de la expansión de este cultivo fue sobre áreas deforestadas del bioma. En Mato Grosso se produce alrededor del 27% de toda la soja que se cultiva en Brasil, esto ha sido así en los últimos 10 años y su producción total aumentó un 50% entre 2010 y 2019. En las últimas décadas, su aumento también se relaciona con incentivos estatales que apoyan la agricultura extensiva y el aumento de exportaciones hacia países como China.

En el caso de Bolivia, la deforestación relacionada con la producción de soja es siete veces mayor que en Brasil. Entre 2001 y 2021, se deforestaron masivamente 904,518 ha en el bioma amazónico, de las cuales solo el 11% ocurrió en 5 años (2017-2021). En 2021, la producción de soja llegó a 3.538.496 toneladas y en estos 20 años, el cultivo ha cubierto 2,1 millones de hectáreas de la Amazonía boliviana. La expansión de la soja en este país además está conectada con la presencia de colonias menonitas que, según investigaciones, están relacionadas con un tercio (33%) de la deforestación boliviana en los últimos 5 años y con el 23% de la deforestación de los últimos 20 años.

agosto 2001

febrero 2024

Observatorio Amazonia
Observatorio Amazonia

Expansión de cultivos de soja en Bolivia (2001 – 2021).

Foto: Maaproject (2023).

Frente a los flujos de mercado de la soja, existen dos polos a nivel geográfico que son América (Brasil y Estados Unidos) en donde se produce la soja y se exporta, y Asia, especialmente China, desde donde se importó cerca del 80% de la producción mundial en 2017. Brasil es el principal exportador de soja en el mundo y según cifras oficiales, alrededor del 60% de la soja se exporta y el 40% que queda en el país, no se utiliza para consumo humano sino para alimentación animal y biodiesel. Por su parte, Bolivia es el décimo productor y exportador del grano a nivel mundial. En 2021, Bolivia exportó 716 millones de dólares a Colombia y 2,5 millones de toneladas entre Colombia y Perú. Los principales productos fueron harina de soja (325 millones), aceite de soja (267 millones), y azúcar en bruto (38,5 millones).

Palma de aceite

La palma de aceite es otro de los cultivos a gran escala vinculados con la deforestación de bosques tropicales y pérdida de biodiversidad de la Amazonía. También se ha relacionado con la contaminación de suelos y ríos, el acaparamiento de tierras y agua, la explotación de trabajadores y amenazas a la soberanía alimentaria de las comunidades rurales. En 2021 hubo una producción de cerca de 80 mil toneladas métricas de este aceite a nivel global. En la Amazonía, los principales productores son Colombia, Brasil y Ecuador.

En Ecuador, la superficie plantada en palma en 2017 era de 16.071 hectáreas y bajó a 11.546 hectáreas en 2022 debido a plagas, el COVID 19 y la guerra entre Rusia y Ucrania. Francisco de Orellana es el cantón de la provincia con mayor superficie de cultivo de palma aceitera con cerca de 8 mil hectáreas sembradas en 2022. Allí se generaron 376 alertas de deforestación entre enero y marzo de 2023, según el Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición ecológica de Ecuador (Maate).

A pesar de la reducción en el cultivo, en 2023 se identificaron nuevas áreas deforestadas dedicadas a la palma y a otros cultivos forestales como la balsa, que solo hasta mayo de 2023 ya tenía aprobados 70.504 metros cúbicos para su aprovechamiento. El aumento de estos cultivos se puede relacionar con nuevo modelo de agricultura por contrato en el que las empresas aceiteras dan asesorías, semillas y aseguran la compra previamente a los agricultores, para reducir los riesgos que implica su producción.

Observatorio Amazonia

Monocultivo de palma de aceite.

Foto: FCDS

En el caso de Brasil, el noveno productor de palma del mundo, más del 90% de los cultivos de palma están localizados en los nueve estados de la amazonia brasilera. Es conocido el caso de las comunidades afrobrasileñas quilombolas, en el estado de Pará, que entre 1987 y 1990 denunciaron la invasión y expropiación de sus territorios por parte de la empresa Agropalma, la única de Brasil con el certificado de sostenibilidad de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma (RSPO). Desde 2018, la comunidad inició un proceso legal contra la empresa que todavía continúa.

El grupo empresarial Brasil Biofuels (BBF) anunció que para 2025 esperan iniciar operaciones de una planta de biorefinería de “diésel verde” en Manaos, capital del estado de Amazonas. El proyecto está todavía en estudio y no cuenta con licencia ambiental pero ya se tiene prevista una inversión de más 360 millones de dólares y una producción de 500 millones de litros por año. A pesar de que se ha dicho que el biocombustible genera menos impactos ambientales que el de hidrocarburos, para alcanzar el objetivo esperado en la nueva biorefinería, se tiene proyectado plantar 120.000 hectáreas de palma de aceite, lo que aumentaría a un 60% la superficie de este cultivo en Brasil.

Finalmente, Colombia es el cuarto productor de palma de aceite en el mundo, con el 2,3% de producción, equivalente a cerca de 1´800.000 toneladas por año. De 2000 a 2018, la palma causó la mayor deforestación asociada a actividades agroindustriales, superando al arroz, café y caña de azúcar. Una investigación sobre la relación entre la palma y la deforestación en Colombia encontró que, entre 2021 y 2022, fueron quemadas más de 23 mil hectáreas de bosque en zonas cercanas a empresas como Poligrow Colombia, Agropecuaria Santamaria, Agropecuaria La Rivera Gaitán, Riopaila Castilla, Daabon Group y Oleoflores.

Varias de estas empresas se encuentran ubicadas en zonas como la Orinoquía, la región del país con el mayor cambio de coberturas naturales a causa de la palma de aceite, especialmente en San Carlos de Guaroa, un municipio en el Meta con la mayor superficie de palma sembrada en el país. También en la región del Catatumbo, la cual presenta la mayor concentración de deforestación relacionada con los cultivos de palma de aceite, en una zona fronteriza con el estado de Zulia en Venezuela.