Tipologías
Deforestación se entiende como la conversión de los bosques a otro uso de la tierra o la reducción a largo plazo por debajo del 10% de la cubierta forestal. Para que se considere que un lugar fue deforestado, la pérdida de la cobertura forestal debe ser permanente, es decir que debe cambiar a otro tipo de cobertura de la tierra. La deforestación es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en los bosques naturales y de la generación de gases de efecto invernadero, lo cual tiene serias implicaciones frente al cambio climático.
Para hacer el monitoreo del estado de los bosques y medir la deforestación se utilza la tasa de deforestación. En Colombia la línea base que se tiene en cuenta para todas las mediciones es la información reportada en 1990, año en el cual comienza el monitoreo continuo de los bosques en Colombia por parte del IDEAM.
Dentro de las principales causas se han identificado actividades lícitas e ilícitas, dentro de las que se encuentran:
Praderización
Expansión de la frontera agropecuaria
Colonización
Construcción de obras de infraestructura
Orden público y cultivos ilícitos
Consumo de leña
Incendios forestales
Producción de madera para la industria y el comercio
Malas prácticas de ganadería extensiva
En 1990 el país tenía 64.862.451 hectáreas de bosque natural que cubrían el 56.8% del territorio nacional.
A 2021, Colombia cuenta con una extensión de bosques naturales de 59.496.075 hectáreas que equivalen al 52,1% del territorio nacional; 39.011.117 de estos bosques, el 65,6%, se encuentran en la Amazonia. Los departamentos que concentran la mayor proporción de la superficie del bosque natural del país son: Amazonas (18%), Guainía (11%) y Caquetá (11%).
Crédito
Fuente: Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono - SMByC IDEAM (2022).
Bosque no bosque
Convenciones
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Bosque estable
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Bosque no estable
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Regeneración
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Deforestación
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Sin información
Origen e historia del conflicto
Las evidencias arqueológicas, lingüísticas y etnohistóricas demuestran que antes de los procesos de colonización, la región amazónica estaba poblada por diversos pueblos indígenas que fueron constructores del paisaje que hoy observamos; sin embargo, muchos estudios históricos toman como punto de inicio los distintos procesos migratorios que se han dado en diferentes épocas desde el interior del país desconociendo, o al menos invisibilizando, los procesos de poblamiento indígena anteriores y el debacle de la población ocasionada por los primeros contactos con la sociedad occidental. Los procesos de colonización en su modalidad actual iniciaron a finales del siglo XIX -momento en que la región amazónica vivió o mejor sufrió, distintas bonanzas primero de quina, luego de caucho y luego de pieles 1.
El proceso de colonización fue el origen de la deforestación es sus primeros estadios, se podría decir que se trataba de una deforestación incipiente pero insistente, la selva era tumbada y daba así paso a la “civilización”.
El proceso de colonización de la Amazonia ocurrió en un contexto de continuo cambio en la configuración del Estado y su consiguiente expresión político administrativa, permitiendo dos procesos de colonización que ocurrieron en forma paralela. Por un lado, el avance de las misiones de los capuchinos en lo que ahora conocemos como Putumayo y Caquetá, y por otro lado el avance de las bonanzas caucheras en toda la región , que marcaron el ritmo de la colonización desde finales del siglo XIX hasta comienzos del siglo XX 2. Desde esos primeros momentos se fueron construyendo las configuraciones que un siglo después darían lugar al actual arco de deforestación de la Amazonia noroccidental que se mueve, al igual que los procesos de colonización, desde el piedemonte hacia la selva.
Crédito
Crédito mapa: Daza, Abel. “Excursiones apostólicas de los Misioneros Capuchinos Catalanes, Prefectura Apostólica del Caquetá, 1925”. // Misael Kuán Bahamón, “La Misión Capuchina en el Caquetá y el Putumayo 1893-1929” (Tesis, Maestría en Historia, Universidad Javeriana de Bogotá, 2013) // Adaptación del mapa con el camino entre Pasto y el Río Putumayo, junto a los pueblos de Sucre, Alvernia y Puerto Asís resaltados: René Quintero M., 2018.
Área de Caucherías entre Caquetá - Vaupés - Rionegro (1911 - 1928)
Convenciones
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Campamentos caucheros
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Explotación cauchera indígena
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Poblaciones administrativas
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Caminos y varaderos
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Rutas de navegación
Cuando llegó el fin de las misiones capuchinas y el cese de las bonanzas cauchera y de pieles, el flujo de colonización hacia la región continuó debido a la violencia bipartidista, la política de colonización de fronteras de los gobiernos liberales, la ausencia de una reforma agraria y la crisis económica mundial que exacerbó los factores de expulsión de colonos campesinos desde los Andes hacia selvas y páramos. Los campesinos buscaban colonizar las tierras “baldías”, tierras que en el imaginario de muchos estaban vacías de gente; sin embargo, dichos territorios distaban mucho de ser tierras vacías, por el contrario, eran territorios ancestrales de diferentes pueblos indígenas.
Vale de la República de Colombia, de 700 pesos y tierras baldías por servicio militar, 1826.
Certificado de tierras baldías número 214 de la serie B por diez hectáreas, emitido para liquidar la deuda externa de la Nueva Granada.
A principios de la década de los sesenta se crea el Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA), que buscó implementar lo que se llamó reforma social agraria, la cual buscó, en principio, la redistribución de tierras en el interior del país 3.
Sin embargo, este proceso quedó truncado por la firma del Pacto de Chicoral, proyecto de contrarreforma que enterró, de nuevo, la idea de modificar la distribución de la propiedad, y aceleró la concentración y la expulsión de campesinos y otras comunidades de sus territorios 4, estimulando la ampliación de la frontera agrícola y la profundización del proceso de colonización campesina en la región.
Entrega de títulos. Ceremonia en Repelón que antecedió al accidente donde murieron directivos del INCORA. 1972.
Foto: Museo Nacional de Colombia, reg. 7531.
En este marco, en 1965 se crearon las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que afirmaban buscar una reforma agraria auténtica, y desplegaron sus fuerzas en la región amazónica por los ríos Guaviare y Caguán 5. A este panorama ya de por sí complejo, se le sumó pocos años más tarde un nuevo ciclo de colonización a partir de la emergencia de cultivos de uso ilícito.
La llegada de la coca intensificó la destrucción del bosque y la fundación de nuevos caseríos. La bonanza en torno suyo no fue constante y se presentaron periodos de crisis, bajo los cuales se abrían nuevos frentes de colonización con miras a saldar las deudas adquiridas. De este modo, los cultivos de uso ilícito se convirtieron en un factor dinamizador de la ocupación de la Amazonia. Sí bien en un principio los cultivos de coca fueron la panacea para una población campesina en bancarrota, luego con la llegada de grupos paramilitares movilizados por capitales externos (narcotráfico, ganadería, etc.), terminaron generando su desplazamiento. Para este momento estaban encendidos los motores de la deforestación.
Delegación de paz de las FARC-EP”, Archivo FARC-EP. Los tres comandantes históricos de las FARC: Manuel Marulanda Vélez, Alfonso Cano y Timoleón Jímenez.
Crédito: comisiondelaverdad.com
A partir de mediados de la década de los noventa se presentó una nueva ola de colonización que se intersecta con la anterior y se asocia a una nueva bonanza en torno a cultivos de gran escala como la palma y en la multiplicación de sistemas de producción basados en la ganadería. Este proceso de colonización abarcó los departamentos del Meta y del Guaviare; en este último, las trochas Nuevo Tolima y Ganadera en San José del Guaviare y el Retorno, han sido la base a partir de la cual se ha desarrollado dicho proceso de llegada de nuevos colonos.
La representación de esta historia en los territorios amazónicos fue configurando la conflictividad que ha decantado en deforestación, toda vez que desestimuló la producción de cultivos de pancoger, alteró los modos de vida e hizo inviable la producción agrícola tradicional con fines económicos. También cambió las relaciones de poder e incluyó en el territorio nuevos actores que jugarían roles determinantes en el curso de las comunidades y los bosques.
Cronología
Marco legal
De acuerdo con García (2012) dentro del marco normativo existente en el país, hay tres grandes líneas de recomendaciones que pueden mejorar el manejo forestal en Colombia y disminuir la deforestación. La primera tiene que ver con mecanismos de conservación, la segunda con esquemas para un aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, y la tercera con fortalecimiento institucional.
Al ser la deforestación un tema tan complejo e intersectorial se requiere desarrollar lineamientos de política que permitan orientar la acción coordinada del Estado para realizar intervenciones integrales que den respuesta a las necesidades territoriales, promuevan las actividades productivas sostenibles, contribuyan con el bienestar de la población y permitan la conservación de los bosques.
La gestión de los bosques hace parte de los compromisos del país frente a la protección inmediata de la Amazonia colombiana a través de lo dispuesto por la Sentencia STC 4360 de 2018, donde se declaró este bioma como sujeto de derechos, con miras a garantizar su conservación y protección; también responde a compromisos internacionales como el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo de París, la Declaración de Nueva York sobre los bosques, el Pacto de Leticia, la Declaración Conjunta de Intención (DCI) entre los Gobiernos de Colombia, Alemania, Reino Unido y Noruega para el control de la deforestación, y el Convenio de Diversidad Biológica, cuya agenda está en proceso de actualización, entre otros.
Expresiones y actualidad del conflicto
Entre 2000 y 2021 se perdieron cerca de 2,8 millones de hectáreas de bosque, siendo el 2017 el año donde se presentó la cifra más alta de deforestación. La actualización de la cifra oficial de deforestación para el año 2021 permite identificar que en Colombia se perdieron 174.103 hectáreas, identificándose un aumento del 1,5 % respecto de la pérdida reportada para el año 2020.
Aunque Colombia cuenta con numerosos elementos normativos y de política en materia de gestión de los bosques, economía forestal, cambio climático, desarrollo productivo y control de delitos ambientales, entre otros; se evidencia que las dinámicas que desencadenan la deforestación de los bosques naturales se han incrementado.
De los cinco departamentos que acumulan más del 60% de la deforestación nacional, cuatro son amazónicos: Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo.
Contexto
¿Que paso en el 2016 para que la deforestación se aumentara en el 2017?
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2016: firma del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, firmado el 24 de noviembre de 2016 entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo -FARC-EP.
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2017: Durante décadas, las FARC actuaron como guardianes de gran parte de la selva amazónica, tras su desmovilización la deforestación se aceleró. En 2017 en Colombia se deforestó una cantidad récord de 219.973 ha, un 23% por ciento más que el año anterior.
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2018: la deforestación en Colombia se redujo en un 10% con respecto al 2017, pasando de 219.973 ha en 2017 a 197.159 ha en 2018. En la Amazonia significo una reducción del 5% en la tasa de deforestación. Esta reducción de la tasa de deforestación en 2018 fue una de las principales razones para que Noruega, Alemania y Reino Unido renovaran la Declaración Conjunta de Intención hasta 2025, firmada por primera vez en 2015 durante la COP 21 en París.
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2019: Para este año se reportó una disminución en la deforestación cercana al 28%, siendo esta la región amazónica la que mayor reducción presentó en el país.
La Amazonia es la región más afectada por la deforestación ya que concentró el 64,8 % de la deforestación del país, pasando de 109.302 hectáreas en el año 2020 a 112.899 hectáreas en el año 2021. Si bien la cifra de deforestación en 2019 presentó una disminución del 19 % frente al 2018, esta problemática presenta dinámicas complejas que cambian con el tiempo, por lo que requiere de la atención prioritaria del Gobierno nacional y de los gobiernos locales para su control.
En los últimos cinco años (2014 -2018), se identificó que en la jurisdicción de seis municipios se concentró el 56% de la deforestación del bioma amazónico: San Vicente del Caguán (Caquetá), Cartagena del Chairá (Caquetá), San José del Guaviare (Guaviare), Calamar (Guaviare), La Macarena (Meta), Puerto Guzmán (Putumayo). Estos también ocupan los primeros puestos a nivel nacional.
En cuanto a los Parques Nacionales Naturales - PNN la problemática tiene una mayor expresión en Tinigua, Serranía de los Picachos, Sierra de la Macarena, la Paya y Chiribiquete. La situación de deforestación es también preocupante en la Reserva Natural Nukak.
El Arco de deforestación noroccidental amazónico colombiano
En todos los escenarios en los que se habla de la deforestación en la Amazonia colombiana se ha vuelto común escuchar sobre el Arco de Deforestación Noroccidental Amazónico Colombiano, el cual está conformado por 13 municipios distribuidos en los departamentos de Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, en donde se concentran las mayores tasas de deforestación en la Amazonia al menos en los últimos años.
Créditos
Fuente: Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono - SMByC IDEAM (2022).
Deforestación en la amazonía colombiana 2016 - 2021
Convenciones
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2016
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2017
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2018
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2019
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2020
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2021
Desde abril de 2018, la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible lleva a cabo un monitoreo de la deforestación y sus principales referentes en parte del Arco Noroccidental de la Amazonia Colombiana. Este monitoreo se hace con el apoyo de Rainforest Foundation Norway (RFN), en el marco del proyecto “Gestión ambiental integral en territorios indígenas y campesinos de Caquetá y Guaviare”, y se cuenta con información hasta marzo de 2022.
Según los registros anuales de IDEAM, desde 1990 hasta 2017, la deforestación en los municipios del Arco Noroccidental de la Amazonia Colombiana ha tenido una tendencia similar. De 1990 a 2010 se registró una inclinación a la baja en el área anualmente deforestada, exceptuando Cartagena del Chairá, San Vicente del Caguán y Calamar. Entre 2010 y 2013 la tendencia fue al incremento del área deforestada en todos los municipios, excepto Calamar y Miraflores. Vuelve a bajar para todos los municipios para 2013-2014 y desde ahí empieza lentamente a subir hasta el pico alcanzado en 2016-2017, cuando se registró un salto abrupto en su dinámica de deforestación y el cual ha continuado hasta la actualidad.
La deforestación en los medios
En esta sección, presentaremos algunos recursos que nos permiten explorar cómo los medios de comunicación abordan las problemáticas socioambientales asociadas a la deforestación, considerando que estos son fundamentales en la forma en que la sociedad percibe y comprende el mundo.
Escalofriante panorama de deforestación en Colombia: ¿cómo frenar la destrucción?
Noticias Caracol
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Alerta por deforestación y desplazamiento en el Guaviare. ¿Qué están haciendo las autoridades?
W Radio
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Deforestación y ganadería
RTVE
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Actores del conflicto
En términos generales, la deforestación se mueve a través de distintos niveles de actores. En la escala más alta de la jerarquía se encuentran los grandes dueños del capital, que no habitan el territorio y encarnan la mirada dicotómica naturaleza-cultura propia de la modernidad y el capitalismo; estos actores no tienen vínculos estrechos con los bosques y los ven como fuentes de dinero y acumulación de capital.
En el siguiente nivel se encuentran “gamonales” locales que tienen vínculos con el territorio, pero su apropiación simbólica se da a través de la posesión. Para estos actores la deforestación constituye una “mejora” que sienta un precedente de posesión y uso a través de la cual se ejerce poder.
Otros actores, en el mismo nivel de jerarquía, son los grupos armados al margen de la ley que se lucran de los negocios ilegales de la minería y el narcotráfico.
En el centro del huracán se encuentran los indígenas y campesinos que tienen arraigos diferentes con el territorio. Son comunidades ancladas que dependen de lo que produce la tierra para subsistir.
Aunque la miradas y las formas de habitar el mundo entre indígenas y campesinos son diferentes, los límites distan mucho de ser dicotómicos; ambos grupos tienen profundos sentimientos de arraigo y una historia conjunta con el territorio que habitan.
Pese a este arraigo, campesinos e indígenas en algunas ocasiones terminan siendo “mano de obra” al servicio del capital.
Finalmente encontramos el grupo de los facilitadores “legales” que hacen parte del Estado y están vinculados a redes de corrupción.
Tablero de datos
Un tablero de datos de deforestación en la Amazonia colombiana es esencial para entender la magnitud del problema y tomar medidas efectivas para mitigarlo. Esta herramienta recopila, analiza y visualiza información sobre la extensión y tendencias de la deforestación en tiempo real, lo que facilita la toma de decisiones basadas en datos. Además, es vital para la transparencia y la rendición de cuentas. Puede ser utilizado para informar a la sociedad civil y a los actores internacionales sobre la situación actual de la deforestación y los esfuerzos para detenerla.
Monitoreo
Esta herramienta en desarrollo le permitirá a la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible - FCDS, contar con un mecanismo sencillo de visibilización de la situación socioambiental en el territorio de trabajo, y poder generar alertas que lleven a la toma de decisiones por parte de los actores interesados e involucrados.
La identificación de los indicadores y de las variables se realizará entendiendo el contexto particular de cada conflicto. Por ejemplo para la deforestación, los índices, indicadores y variables girarán en torno a las causas directas que han identificado los expertos; en este caso se incluirán acaparamiento de tierras, cultivos de coca para uso ilícito, ganadería extensiva, cultivos de palma, desarrollo de infraestructura de transporte no planificada, extracción ilícita de minerales, tala ilegal, ampliación de la frontera agrícola y conflicto armado.
Estas hojas metodológicas buscan garantizar la validez, la replicabilidad en la medición y el análisis, con el propósito de facilitar el diálogo entre los diferentes usuarios interesados. La hoja metodológica es el documento de identidad del indicador, en la medida que define su naturaleza y pertinencia, describe su fórmula y el proceso de cálculo, las limitaciones y alcances de la medición, así como también las fuentes y la disponibilidad de los datos para su cálculo (Ortiz et al. 1994). Adicionalmente, la hoja metodológica reseña las investigaciones en las cuales se ha medido este indicador e ilustra su aplicación con ejemplos numéricos y gráficos, con base en los estudios ya realizados.
Recursos
La documentación es un proceso esencial para comprender las causas y las consecuencias de los conflictos socioambientales. El Observatorio ha recopilado y analizado información valiosa a través de entrevistas, observación directa y análisis de documentos y mapas.
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